4 enero 2011
Cuatro músicos, cuatro iPhones, y la cámara de un móvil. Con estos sencillos ingredientes, la grupo neoyorkino Atomic Tom logró conquistar a millones de internautas de todo el mundo de la mano de un "improvisado" concierto grabado en el metro y subido después a YouTube. En pocos días, más de un millón de personas habían visitado el vídeo y la canción "Take Me Out", interpretada únicamente con la ayuda de aplicaciones para el iPhone, había llegado ya a todos los rincones del planeta. Gracias a YouTube, Atomic Tom, que hasta entonces contaba con una legión de admiradores más bien escasa, logró encaramarse al puesto número 86 de descargas musicales de iTunes.
Los integrantes de la banda neoyorkina aseguraron después que se habían visto forzados a dar un concierto valiéndose únicamente de sus iPhones porque sus verdaderos instrumentos habían sido robados. Tras estas declaraciones, se extendió el rumor de que todo podría tratarse de una inteligente estrategia de marketing de Apple. Si realmente fue la empresa de la manzana la "cabeza pensante" del exitoso vídeo de Atomic Tom, se merece la enhorabuena porque la clave para convertir un vídeo de YouTube en un éxito sigue siendo a día de hoy un enigma, también para los expertos en la materia.
Diferentes tipos de viralidad
"Hay muchas teorías al respecto, pero hasta ahora ninguna ha logrado imponerse", explica Krishna Gummadi, del Instituto Max Planck para Sistemas de Software, en declaraciones a Süddeutsche Zeitung. Gummadi investiga por qué determinados vídeos de YouTube o fotos de Flickr se propagan como la pólvora por la red y otros no.
Lo que sí es cierto es hay diferentes tipos de viralidad. Hay fotos y vídeos que son vistos y recomendados por miles de personas y caen después en el olvido. Otros mantienen su popularidad en la red durante años y hay también contenidos que en principio pasan inadvertidos para el usuario y se convierten después en un éxito de la noche a la mañana. A menudo, la dinamita que enciende la mecha del éxito son los portales de noticias que incluyen enlaces al vídeo o la imagen.
El "efecto Amazon"
Para que la llama del éxito de un vídeo o de una fotografía online no se apague, lo mejor es el boca a boca, apunta Gummadi. Y a ese boca a boca contribuye también en buena medida YouTube. Alrededor del 30% de los vídeos de esta plataforma son vistos porque YouTube los recomienda al usuario cuando finaliza el visionado de otro clip. "Sólo YouTube sabe cómo funcionan estas recomendaciones. Los algoritmos que se esconden detrás son un secreto", añade el experto.
Probablemente el mecanismo utilizado por YouTube para recomendar vídeos sea similar al utilizado por el gigante del comercio electrónico Amazon. En este portal, cuando un cliente compra los productos A y B, el producto A es recomendado después a todos aquellos que compran el producto B y viceversa.
El punto de inflexión de las epidemias online
Por otra parte, hay muchos investigadores que creen que en todas las epidemias online, independientemente de su lugar de origen –YouTube, Facebook o Twitter– hay siempre un punto de inflexión –tipping point en inglés– que desencadena la infección. Ésta es al menos la teoría del periodista estadounidense Malcolm Gladwell.
La teoría de Gladwell trasladada a YouTube significa que, cuando un vídeo supera un determinado número de clics, su éxito es ya imparable.
Los defensores del denominado tipping point basan su teoría en un experimento llevado a cabo en los años 60 por el sociólogo Stanley Milgram. Este investigador pidió a 160 personas de Nebraska que se pusieran en contacto por carta con un determinado corredor de bolsa de Boston.
El desconcertante resultado del experimento fue la tesis de los seis pasos: cada uno de los remitentes conocía a alguien que conocía a alguien –y así hasta seis personas– que conocía al destinatario de la carta. Más de la mitad de las misivas recibidas por el corredor de bolsa de Boston le llegaron a través de más de tres conocidos en común. Éste fue el punto de inflexión en este experimento.
De acuerdo con la teoría del tipping point, en una epidemia, tanto online como offline, hay siempre determinadas personas que son más influyentes que otras y que ayudan a propagar el virus de manera más rápida.
Aunque muchos expertos dudan de la validez de la teoría de Milgram aplicada a internet, lo cierto es que el experimento del sociólogo estadounidense ha vuelto a repetirse recientemente en el terreno online y los resultados han sido los mismos. Duncan Watts, que dirige el departamento de investigación de dinámica humana y social de Yahoo!, solicitó a más de 61.000 personas que enviaran mails a través de conocidos a 18 destinatarios. La mayoría de los participantes en el experimento consiguió contactar con los 18 destinatarios elegidos llevando a cabo entre cuatro y seis pasos. Sin embargo, no se logró identificar a los "usuarios influyentes" que promovieron la conexión entre remitentes y destinatarios.
http://www.marketingdirecto.com/actualidad/digital/%c2%bfcomo-convertir-un-video-de-youtube-en-un-exito
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