sábado, 27 de junio de 2009

Los orígenes del alfabeto

Nuestro alfabeto es, básicamente, el alfabeto latino, que es adaptación del griego, el cual, a su vez, deriva del fenicio.
Cuenta el mito que cuando Zeus, bajo la apariencia de un toro, raptó a Europa, la hija del rey fenicio Agenor, este ordenó a sus hijos varones que salieran en busca de la hermana y no volvieran sin ella. Los hermanos partieron en distintas direcciones y, como no la encontraron, ninguno volvió a su tierra. Uno de ellos, Cadmo, después de recorrer muchas comarcas griegas, consultó al oráculo de Delfos y la pitonisa le aconsejó que desistiera de la búsqueda y, cuando viera una vaca con una mancha en forma de media luna, la siguiera y, donde la vaca se detuviera, fundara una ciudad. La vaca lo guió hasta tierras de Beocia, donde Cadmo construyó lo que sería la ciudadela de Tebas. Con Cadmo llegaron a Grecia las letras.
Los griegos tenían conciencia del origen fenicio de su escritura. Dice Heródoto: "Esos fenicios llegados con Cadmo [?] y establecidos en esa región [Beocia], entre otras muchas enseñanzas, introdujeron en Grecia las letras, pues antes, creo yo, los griegos no las tenían, y al principio eran las mismas que usan todos los fenicios; después, con el tiempo, junto con el habla modificaron también la forma de las letras. En aquella época, los griegos que poblaban la mayor parte de los lugares alrededor de ellos eran los jonios. Ellos recibieron las letras por enseñanza de los fenicios y las usaron, cambiando la forma de unas pocas, y al usarlas, las llamaban, como era justo, letras fenicias, ya que los fenicios las habían introducido en Grecia". Heródoto cita unas inscripciones que declara haber visto en un santuario de Apolo en Tebas. Son inscripciones en griego que, según dice, estaban escritas en "letras cadmeas", muy parecidas a las jonias.
Pero los fenicios no inventaron las letras. Se cree que los alfabetos semíticos proceden, por lo menos en parte, de la escritura egipcia. Los jeroglíficos egipcios no son puramente pictográficos o ideográficos, sino que tienen también signos que representan sonidos. Así, el dibujo estilizado de una casa, que podía representar el objeto casa, el concepto ?casa? o la palabra casa, pasa a representar el conjunto de los sonidos de esa palabra o su sonido inicial, que también aparece en otras palabras. De hecho, el sistema egipcio tenía signos para todas las consonantes de su lengua, pero esos signos no se usaban como alfabeto, sino solamente en casos determinados, por ejemplo para transcribir nombres extranjeros. Fueron posiblemente comunidades semitas afincadas en Egipto las que idearon utilizar los caracteres de ese tipo como un alfabeto. El sistema se difundió y los fenicios, que estaban por todas partes, lo llevaron por todo el mundo mediterráneo.
El alfabeto fenicio tenía veintidós letras que representaban solamente los sonidos consonánticos. Este sistema se adapta bien a las lenguas semíticas porque permite identificar las raíces, que en esas lenguas están formadas por consonantes, pero no era muy adecuado para el griego, lengua en la que las vocales son muy importantes. Los griegos tomaron los caracteres de las consonantes fenicias que no existían en su lengua y los usaron para representar las vocales.
En la Antigüedad, los griegos estaban extendidos por un territorio mucho más vasto que la Grecia actual. Tenían muchísimos dialectos y las distintas comunidades no usaban alfabetos idénticos. El que convencionalmente llamamos "alfabeto griego", de 24 letras, es el alfabeto jonio de Mileto, que Atenas adoptó en el siglo V antes de Cristo. Las diferencias se deben a reales diferencias entre los dialectos y al hecho de que las distintas comunidades resolvieron de manera diferente los problemas que planteaba la adaptación del alfabeto fenicio. Porque, así como el fenicio tenía letras "de sobra", que los griegos no necesitaban y aprovecharon para representar las vocales, en griego había fonemas, por ejemplo las consonantes aspiradas, que los fenicios no tenían, de modo que los griegos tuvieron que inventar una manera propia de representarlos y no lo hicieron en todas partes de la misma manera.
Cuando los romanos adoptaron el alfabeto griego, no tomaron el de Atenas, sino una variante occidental, posiblemente el de Cumas (una ciudad de la Campania). Además, se cree que no lo tomaron directamente, sino a través del etrusco, que ya es una adaptación. Si a esto se agrega el hecho de que el sistema fonológico del latín es, por supuesto, diferente del griego, se entiende que el alfabeto latino no puede ser idéntico al griego. Pero si comparamos las letras mayúsculas, que eran las únicas que se usaban en la Antigüedad, vemos con toda claridad que el alfabeto latino es, básicamente, un alfabeto griego.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1141852



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