miércoles, 21 de octubre de 2009

Empresas europeas cuidan su buena imagen financiando la indumentaria de su personal

Los adicionales para ropa son más comunes en los sectores de moda e indumentaria, donde los salarios pueden ser bajos, pero se necesita personas con buena presencia  - Por  RHYMER RIGBY
 
Una vez al año, los empleados que atienden a clientes de Crone Corkill, una consultora de personal londinense, cobran un adicional de 250 libras por año para la compra de indumentaria. "Hace siete años que trabajo acá y siempre lo han hecho", contó Jenine Ward, gerente. "Creemos que es una buena gratificación para nuestros consultores".
 
La idea, explicó ella, es que el personal salga y gaste dinero en un único traje de buena calidad, en vez de tres conjuntos más baratos. "Ellos están representando a la compañía y queremos que tengan buena presencia y se sientan cómodos y creíbles, eso se logra con un buen traje", dijo Ward.
 
Además, como las prendas de calidad duran más que una temporada, después de varios años, los empleados arman un buen guardarropa.
 
Por razones obvias, los adicionales para ropa son más comunes en los sectores de moda e indumentaria, donde los salarios pueden ser bajos, pero las expectativas con respecto a la buena presencia son elevadas. En general, el personal cuenta con significativos descuentos para las líneas de productos de la compañía empleadora.
 
Burberry, por ejemplo, ofrece a todo el personal un 40% de descuento, mientras que en el caso de Angela Ahrendts, su CEO, es de 80% además de recibir un adicional de 25.000 libras (u$s 41.000). Según la compañía, Ahrendts es una de sus mayores embajadoras y se espera que todos los días vista prendas de Burberry.
 
Esta ayuda en sectores más glamorosos de la industria de los medios puede ser aún mayor, particularmente en el caso de los conductores de programas de televisión. Y lo que gasta en ropa la editora de la revista Vogue, Anna Wintour, es fuente de interminable especulación.
 
Sin embargo, los adicionales para indumentaria son relativamente raros en el mundo corporativo actual y, cuando se pagan, tienden a ser modestos. Susan Tucker, gerenta de prendas formales para oficina de John Lewis Partnership, una cadena de venta minorista, contó que los empleados de los pisos de ventas pueden elegir prendas de la colección al 50% de su precio de costo, o recibir un subsidio de 300 libras anuales.
 
La idea detrás de esta ayuda es colaborar para que "estén bien vestidos sin incurrir en mayores gastos", contó Tucker.
 
Louise Mowbray, consultora en marcas personales, explicó que un adicional para la compra de vestimenta ayuda en gran medida a proyectar una determinada imagen corporativa. "Si uno le da a su personal, digamos 1.000 libras anuales, para que compre una traje, una blusa y zapatos decentes, se crear una cierta expectativa de cómo deben vestirse los empleados que representan la marca. Uno no quiere indicar exactamente cómo deben vestirse, pero haciendo esto, queda claro que para la compañía la vestimenta es importante", explicó.
 
Para algunos, la crisis significó el fin de los adicionales o descuentos para ropa. Algunas firmas antes brindaban ayuda para comprar un saco por año y cubrían los gastos de tintorería. Pero ahora, sólo se hacen cargo de la limpieza a seco.
 
 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario