Para poder explicar la rapidez del cambio de paradigma que implicó internet, suele utilizarse la comparación del tiempo que transcurrió hasta que el teléfono, la radio y la televisión se hicieron masivos. Ahora, esa línea temporal agrega un nuevo integrante: las redes sociales, que ganan la carrera por lejos. Si en noviembre del 2007 la audiencia de video online superó el tiempo que las personas dedican a controlar sus emails, en febrero de este año pasó lo mismo con las horas invertidas en sitios de redes sociales. El email, antes imprescindible, palidece comparado con los últimos estrenos del mundo online.
A tal punto, que hasta la computadora perdió el protagonismo exclusivo. Ahora, tanto las operadoras de telecomunicaciones como los fabricantes de equipos miran ansiosos otras pantallas: las de los teléfonos celulares, promesa de miles de millones de nuevos usuarios. Y tienen motivos. Las consultoras tecnológicas calculan que hacia el año 2013 habrá 428 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo; y que el mercado de teléfonos móviles ya cuenta actualmente con 3.200 millones de aparatos, contra los 1.200 millones de computadoras que se esparcen por el planeta.
En todo momento, en todo lugar, cada pocos segundos. Tales son las grandes consignas que guían a la nueva conectividad del "social networking". En segundo plano asoman las nociones de especificidad y especialización. Así, gigantes imparables como Facebook, MySpace y MSN Live conviven ahora con lo que los expertos bautizaron "redes exclusivas": siguen siendo sociales, siguen basándose en la capacidad de internet 2.0 de compartir e interactuar con otras personas, pero ya no pretenden ser masivas, sino acotadas. En algunos casos, compartiendo intereses de sector y profesión; en otros, tratando de convertirse en ámbitos de encuentro social para ciertos públicos.
Lo tradicional. Visitar sitios de redes sociales es hoy la cuarta actividad más popular en internet, y Facebook (fundada en el 2004 por Mark Zuckerberg) es la que más tiempo consume entre los internautas: 3,10 horas por día. Si la web en su conjunto cosechó un 18% más de visitantes entre diciembre del 2007 y el mismo mes del 2008, datos de la consultora Nielsen indican que las redes sociales incrementaron en un 63% su llegada a los usuarios. Y que Facebook lo hizo en un 566%.
En la Argentina (y detrás de la creación de Zuckerberg, que a sus 23 años es el magnate más joven del mundo, gracias a los 1.700 millones de dólares en que está valuado Facebook), YouTube, Microsoft Network (MSN), Taringa! y Fotolog son redes sociales que se ubican en el top ten de sitios más visitados.
Sonico fue lanzada en julio del 2007 y creada por un argentino, Rodrigo Teijeiro. Su lema distintivo es "gente real, conexiones reales", con un énfasis particular en chequear que el perfil de cada nuevo miembro de la red exista, para poder escapar de los perfiles falsos. Con 39 millones de usuarios, es actualmente la red social más visitada dentro de Latinoamérica, en idioma no inglés.
Twitter tampoco puede faltar: en menos de 140 caracteres, propone que los integrantes de su comunidad relaten (a través de la computadora o de un teléfono celular) qué hacen y piensan, al minuto. Así es como el golpe de estado de Honduras pudo ser seguido de cerca gracias a los posteos, y las manifestaciones en contra de los resultados electorales de junio en Irán fueron organizados por su intermedio. Un conglomerado de 45 millones de fanáticos siempre está a la espera.
Lo nuevo. Hasta aquí, lo más popular. Pero también hay (y mucho) que rompe los moldes de las primeras redes sociales y busca ya no la masividad del "millón de amigos" a través de Facebook o MySpace, sino la experiencia de compartir un espacio exclusivo, de acuerdo con intereses particulares. Además de la posibilidad de ampliar los contactos laborales, de negocios y de conocimiento. Entre estas redes, lidera Linkedin: con vida desde mayo del 2003, busca satisfacer necesidades profesionales con 42 millones de usuarios de 170 industrias diferentes.
Con menos tradición y origen español, Xing busca algo similar: "gestionar contactos y establecer nuevas relaciones comerciales". Los suscriptores son menos 8 millones, pero se comunican en 16 idiomas y brindan "diagramas de conexión", para "establecer relaciones profesionales de calidad". Esta red no solamente es virtual, también organizó grupos de debate y reuniones de networking en Barcelona, Buenos Aires, Berlín y Nueva York. El mundo online trasladado al real.
Así las cosas, las redes específicas por profesiones y ocupaciones van en alza, mientras también aumentan las redes sociales selectas, que buscan distinguirse por poner un cuidado especial en la privacidad de sus usuarios, en las relaciones a partir de intereses en común y hasta en demostrar que se tiene algo de lujo en la vida.
En principio al menos, el problema de la privacidad en estas redes con mayor aspiración de exclusividad ya no sería tal (ver recuadro pág. 84), porque en general se rigen por un estricto sistema de admisiones por invitación. No todos aquellos que se suscriben son aceptados para formar parte de estas comunidades virtuales, y los formularios de inscripción pueden pedir referencias sobre la ocupación del postulante, su nivel educativo y los contactos que ya tiene en su vida real.
En aSmallWorld, por ejemplo, sólo es factible ingresar si se es invitado por un miembro activo, y no se puede convocar a nadie sino después de cierto tiempo de pertenencia, además de que es imposible mensajear a alguien que no está en la lista de contactos. Pero el placer mayor es decir que se pertenece a una red en la que figuran, por ejemplo, Naomi Campbell, Ivana Trump y el Príncipe Félix de Luxemburgo. Aunque sea imposible comunicarse con ellos, so pena de ser expulsado de la red.
En las antípodas de las redes sociales profesionales como Linkedin y Xing, también siguen aumentando su caudal de integrantes Diamond Lounge (para buscar parejas sofisticadas) y Beautiful People ("Reservada para personas que por su atractivo físico y sus cualidades personales sobresale de lo común", advierten). En el segundo caso, una foto es evaluada por un comité que decide cuán bello es alguien para poder integrar esta red española que ya tiene más de 130.000 afiliados (un dato: en aSmallWorld ya hay 3.000 argentinos, sobre 320.000 miembros).
Más medios. En Europa, un 2,3% de los usuarios de telefonía móvil usaba el celular para visitar redes sociales a mediados del 2008. En la Argentina, un sondeo realizado por la consultora Datos Claros en julio, llena de esperanzas a las operadoras de telefonía móvil: un 13% de quienes acceden a redes sociales en el país asegura que lo hace desde tu teléfono. ¿Por qué? Por "estar en vivo" desde cualquier lugar, por tener conexión al instante, porque hay una mayor rapidez de respuesta, porque es más práctico y cómodo.
El principal inconveniente mencionado por los entrevistados es el costo. Y es que navegar internet desde el celular puede ser una aventura sin fin ni fondos a la vista, a menos que se tenga algún plan flat que permita controlar cuánto se está gastando. Y hacia allí están yendo los packs y planes que acaban de lanzar Personal, Claro y Movistar. Acompañados por Motorola, que muestra dos teléfonos "especialmente diseñados para facilitar el acceso a las redes sociales".
Se diga lo que se diga, el ciberespacio no hace otra cosa que recrear lo que sucede en el mundo tangible: la necesidad de interactuar, de buscar y encontrar trabajo, de sentirse querido y reconocido, cada vez más, de saberlo todo lo más instantáneamente posible. Mucho, para dejarlo librado a un mundo que solamente existe en la matriz de la red de redes.
Andrea Gentil agentil@perfil.com.ar
A tal punto, que hasta la computadora perdió el protagonismo exclusivo. Ahora, tanto las operadoras de telecomunicaciones como los fabricantes de equipos miran ansiosos otras pantallas: las de los teléfonos celulares, promesa de miles de millones de nuevos usuarios. Y tienen motivos. Las consultoras tecnológicas calculan que hacia el año 2013 habrá 428 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo; y que el mercado de teléfonos móviles ya cuenta actualmente con 3.200 millones de aparatos, contra los 1.200 millones de computadoras que se esparcen por el planeta.
En todo momento, en todo lugar, cada pocos segundos. Tales son las grandes consignas que guían a la nueva conectividad del "social networking". En segundo plano asoman las nociones de especificidad y especialización. Así, gigantes imparables como Facebook, MySpace y MSN Live conviven ahora con lo que los expertos bautizaron "redes exclusivas": siguen siendo sociales, siguen basándose en la capacidad de internet 2.0 de compartir e interactuar con otras personas, pero ya no pretenden ser masivas, sino acotadas. En algunos casos, compartiendo intereses de sector y profesión; en otros, tratando de convertirse en ámbitos de encuentro social para ciertos públicos.
Lo tradicional. Visitar sitios de redes sociales es hoy la cuarta actividad más popular en internet, y Facebook (fundada en el 2004 por Mark Zuckerberg) es la que más tiempo consume entre los internautas: 3,10 horas por día. Si la web en su conjunto cosechó un 18% más de visitantes entre diciembre del 2007 y el mismo mes del 2008, datos de la consultora Nielsen indican que las redes sociales incrementaron en un 63% su llegada a los usuarios. Y que Facebook lo hizo en un 566%.
En la Argentina (y detrás de la creación de Zuckerberg, que a sus 23 años es el magnate más joven del mundo, gracias a los 1.700 millones de dólares en que está valuado Facebook), YouTube, Microsoft Network (MSN), Taringa! y Fotolog son redes sociales que se ubican en el top ten de sitios más visitados.
Sonico fue lanzada en julio del 2007 y creada por un argentino, Rodrigo Teijeiro. Su lema distintivo es "gente real, conexiones reales", con un énfasis particular en chequear que el perfil de cada nuevo miembro de la red exista, para poder escapar de los perfiles falsos. Con 39 millones de usuarios, es actualmente la red social más visitada dentro de Latinoamérica, en idioma no inglés.
Twitter tampoco puede faltar: en menos de 140 caracteres, propone que los integrantes de su comunidad relaten (a través de la computadora o de un teléfono celular) qué hacen y piensan, al minuto. Así es como el golpe de estado de Honduras pudo ser seguido de cerca gracias a los posteos, y las manifestaciones en contra de los resultados electorales de junio en Irán fueron organizados por su intermedio. Un conglomerado de 45 millones de fanáticos siempre está a la espera.
Lo nuevo. Hasta aquí, lo más popular. Pero también hay (y mucho) que rompe los moldes de las primeras redes sociales y busca ya no la masividad del "millón de amigos" a través de Facebook o MySpace, sino la experiencia de compartir un espacio exclusivo, de acuerdo con intereses particulares. Además de la posibilidad de ampliar los contactos laborales, de negocios y de conocimiento. Entre estas redes, lidera Linkedin: con vida desde mayo del 2003, busca satisfacer necesidades profesionales con 42 millones de usuarios de 170 industrias diferentes.
Con menos tradición y origen español, Xing busca algo similar: "gestionar contactos y establecer nuevas relaciones comerciales". Los suscriptores son menos 8 millones, pero se comunican en 16 idiomas y brindan "diagramas de conexión", para "establecer relaciones profesionales de calidad". Esta red no solamente es virtual, también organizó grupos de debate y reuniones de networking en Barcelona, Buenos Aires, Berlín y Nueva York. El mundo online trasladado al real.
Así las cosas, las redes específicas por profesiones y ocupaciones van en alza, mientras también aumentan las redes sociales selectas, que buscan distinguirse por poner un cuidado especial en la privacidad de sus usuarios, en las relaciones a partir de intereses en común y hasta en demostrar que se tiene algo de lujo en la vida.
En principio al menos, el problema de la privacidad en estas redes con mayor aspiración de exclusividad ya no sería tal (ver recuadro pág. 84), porque en general se rigen por un estricto sistema de admisiones por invitación. No todos aquellos que se suscriben son aceptados para formar parte de estas comunidades virtuales, y los formularios de inscripción pueden pedir referencias sobre la ocupación del postulante, su nivel educativo y los contactos que ya tiene en su vida real.
En aSmallWorld, por ejemplo, sólo es factible ingresar si se es invitado por un miembro activo, y no se puede convocar a nadie sino después de cierto tiempo de pertenencia, además de que es imposible mensajear a alguien que no está en la lista de contactos. Pero el placer mayor es decir que se pertenece a una red en la que figuran, por ejemplo, Naomi Campbell, Ivana Trump y el Príncipe Félix de Luxemburgo. Aunque sea imposible comunicarse con ellos, so pena de ser expulsado de la red.
En las antípodas de las redes sociales profesionales como Linkedin y Xing, también siguen aumentando su caudal de integrantes Diamond Lounge (para buscar parejas sofisticadas) y Beautiful People ("Reservada para personas que por su atractivo físico y sus cualidades personales sobresale de lo común", advierten). En el segundo caso, una foto es evaluada por un comité que decide cuán bello es alguien para poder integrar esta red española que ya tiene más de 130.000 afiliados (un dato: en aSmallWorld ya hay 3.000 argentinos, sobre 320.000 miembros).
Más medios. En Europa, un 2,3% de los usuarios de telefonía móvil usaba el celular para visitar redes sociales a mediados del 2008. En la Argentina, un sondeo realizado por la consultora Datos Claros en julio, llena de esperanzas a las operadoras de telefonía móvil: un 13% de quienes acceden a redes sociales en el país asegura que lo hace desde tu teléfono. ¿Por qué? Por "estar en vivo" desde cualquier lugar, por tener conexión al instante, porque hay una mayor rapidez de respuesta, porque es más práctico y cómodo.
El principal inconveniente mencionado por los entrevistados es el costo. Y es que navegar internet desde el celular puede ser una aventura sin fin ni fondos a la vista, a menos que se tenga algún plan flat que permita controlar cuánto se está gastando. Y hacia allí están yendo los packs y planes que acaban de lanzar Personal, Claro y Movistar. Acompañados por Motorola, que muestra dos teléfonos "especialmente diseñados para facilitar el acceso a las redes sociales".
Se diga lo que se diga, el ciberespacio no hace otra cosa que recrear lo que sucede en el mundo tangible: la necesidad de interactuar, de buscar y encontrar trabajo, de sentirse querido y reconocido, cada vez más, de saberlo todo lo más instantáneamente posible. Mucho, para dejarlo librado a un mundo que solamente existe en la matriz de la red de redes.
Andrea Gentil agentil@perfil.com.ar
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