El Consejo Superior Audiovisual (CSA) de Francia ha decidido prohibir la promoción de páginas y perfiles de redes sociales en televisión si no van acompañadas con una señal que indique que son publicidad. El CSA considera que este tipo de menciones son "publicidad encubierta". El organismo francés ha aplicado una normativa de 1992 para prohibir las referencias a redes sociales no identificadas como publicidad.
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de comunicación muy utilizada por todo tipo de agentes, incluidos canales de televisión o empresas informativas. Alentar a los usuarios a hacerse 'fans' de un programa o seguir su cuenta de Twitter es cada vez más frecuente. Este tipo de alusiones tienen sus días contados en Francia.
El CSA de Francia considera que promocionar perfiles o páginas de redes sociales no es un acto informativo sino publicitario. Por este motivo, han establecido que los programas donde se anima a los usuarios a seguir las novedades de la cadena en las redes sociales, sin identificar esos espacios como publicitarios, suponen un acto de "publicidad encubierta".
La legislación en la que se ha apoyado el CSA ha sido una norma del 27 de marzo de 1997, en la que se especifica que las cadenas deben identificar los espacios publicitarios con una distinción que permita a los espectadores comprender que el contenido es publicitario.
En España existe una normativa similar, que obliga a los programas a utilizar un grafismo con la palabra publicidad para evitar incurrir en publicidad fraudulenta. Este tipo de prácticas es habitual en los anuncios protagonizados por personajes de series de ficción, que se suelen situar antes de la emisión de un capítulo.
Los programas y cadenas francesas no podrán hacer referencias a redes sociales como Twitter o Facebook con fines publicitarios sin utilizar una distinción que señale el objetivo propagandístico de dicho contenido. La norma se ha comenzado a aplicar y podría suponer un precedente para otros países de Europa.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/06/comunicacion/1307359019.html
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de comunicación muy utilizada por todo tipo de agentes, incluidos canales de televisión o empresas informativas. Alentar a los usuarios a hacerse 'fans' de un programa o seguir su cuenta de Twitter es cada vez más frecuente. Este tipo de alusiones tienen sus días contados en Francia.
El CSA de Francia considera que promocionar perfiles o páginas de redes sociales no es un acto informativo sino publicitario. Por este motivo, han establecido que los programas donde se anima a los usuarios a seguir las novedades de la cadena en las redes sociales, sin identificar esos espacios como publicitarios, suponen un acto de "publicidad encubierta".
La legislación en la que se ha apoyado el CSA ha sido una norma del 27 de marzo de 1997, en la que se especifica que las cadenas deben identificar los espacios publicitarios con una distinción que permita a los espectadores comprender que el contenido es publicitario.
En España existe una normativa similar, que obliga a los programas a utilizar un grafismo con la palabra publicidad para evitar incurrir en publicidad fraudulenta. Este tipo de prácticas es habitual en los anuncios protagonizados por personajes de series de ficción, que se suelen situar antes de la emisión de un capítulo.
Los programas y cadenas francesas no podrán hacer referencias a redes sociales como Twitter o Facebook con fines publicitarios sin utilizar una distinción que señale el objetivo propagandístico de dicho contenido. La norma se ha comenzado a aplicar y podría suponer un precedente para otros países de Europa.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/06/comunicacion/1307359019.html
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